lunes, 6 de julio de 2009

La lluvia mojaba cómplice las veredas como queriendo limpiar toda huella de los pasos de la gente que ya no estaba.
Se refugiában en comercios y cualquier techo que les protegiera de la tormenta.
Martina con su embarazo de ocho meses maldecía la luvia,su vida y su vientre hinchado y lleno de vida.
No tenía mas de veitidos años y el padre de su hijo la acababa de despedir para siempre.
Ella era una morocha de pelo largo hasta la cintura,lacio,negro y la cubría como una capa que no la cubría del abandono.
Parada debajo de la marquesina de un negocio céntrico veía como se borraban bajo la lluvia los últimos pasos de su amado y las lágrimas competían con el chaparrón pero no con la cantidad de gotas sino con la intensidad que le vaciaba el alma.
Tenía unos labios rosado pálido que encantarían a cualquier dios pagano, enamorándolo y convirtiéndolo en humano mortal con tal de besarlos,la forma de ellos era tan esquisita como todos los labios de todas las mujeres fusionados en uno.
Sus ojos negros oscuros, profundos,incapaces de develar el rio del alma despedían igualmente como una fuerza extrana,hasta radioactiva (diría yo) en su oscuridad.
Sus formas eran tan excitantes que no se podían ver al caminar de una sola vez,sino en varias cuadras y de todos los ángulos,por eso no había hombre que a pesar de su embarazo no se diera vuelta para verla y apreciarla ya de una manera hasta morbosa,es mas, su embarazo hasta le daba un extra de belleza exterior.
Pero su interior....le quemaba el alma...su amor ahora convertido en mas amor,en criatura,su mas amor enloqueciendo su dulzura.
Pensó en desqitarse de esa desventura,de ir a ese lugar de agujas de tejer,que al revés de tejer destejen la vida,la apuñalan,la van apuñalando de a poquito,que no es poco,sino todo lo contrario para esa alma,embadurnadas de guadañas improvisadas simulando el amor perdido,pensó...y pensó...si ganaría el amor...si ganaría su amor, el que sentía ella no ya del hombre sino de el amor de madre,de mujer,de su cualidad bestialmente instintiva del amor de la creación,heredado por el mismo Big Bang.(continuará)

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